Muchos ciudadanos no salimos de nuestro asombro al conocer en qué invierten el dinero que recaudan de nuestros impuestos los políticos, en este caso la Unión Europea. Las subvenciones europeas a la agricultura andaluza han conseguido en las últimas décadas destruir miles de hectáreas de bosque mediterráneo, se han subvencionado olivares implantados en lo que un año antes era monte y los invernaderos han invadido todo el litoral almeriense y granadino sin control ni orden.
Pero la gota que colma el vaso son las subvenciones al cultivo del tabaco; aquí la Administración actúa con una doble moral, recordando los peligros que entraña el fumar, por un lado, y subvencionando su cultivo y elaboración, por otro. Quizá pronto llegue el momento en que los enfermos a causa del tabaco deban denunciar a la UE ante los tribunales, al igual que han hecho con las compañías tabaqueras.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de mayo de 2001