Agda Rössel, una figura femenina legendaria de la socialdemocracia sueca, falleció en Estocolmo a los 90 años. Proveniente de un hogar de trabajadores en el norte del país, la extinta desempeñó diversos trabajos desde su adolescencia, antes de convertirse, en los años cincuenta, en la primera mujer embajadora de su país en las Naciones Unidas. En este organismo integró la delegación sueca en la Comisión de Derechos Humanos.
De personalidad fuerte, Agda Rössel se constituyó en un ejemplo y estímulo para muchas otras mujeres. Los problemas sociales, la defensa de la mujer, los niños y la justicia fueron preocupaciones centrales de su actuación pública. Posteriormente a su actuación en las Naciones Unidas, entre 1964 y 1976, fue embajadora de Suecia en Belgrado, Praga y Atenas, sucesivamente.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de mayo de 2001