Alberto M. M., de 24 años, juzgado ayer por violar e intentar matar a cuchilladas a la novia de un amigo en Monóver (Vinalopó Mitjà), el 26 de abril de 1999, declaró durante la vista oral celebrada a puerta cerrada en la Audiencia de Alicante que un espíritu le ordenó que asesinara a la chica. El procesado reconoció que perseguía acabar con la vida de la joven, de 20 años, aunque negó que la violara, según informó el abogado de la acusación, Miguel Ángel Garijo.
Los hechos se produjeron en la medianoche del 26 de abril de 1999, cuando el acusado, amigo de la víctima, la invitó a subir a su coche para conversar. El joven la trasladó a un descampado y allí la atacó. Supuestamente, la ató para violarla y posteriormente intentó estrangularla. En ese momento, el acusado presuntamente le asestó 40 puñaladas en la espalda, cuello y glúteos, pero la joven sobrevivió a la agresión. El agresor se personó horas más tarde ante la Guardia Civil y reconoció ser el autor del intento de asesinato.
El padre de la joven, Francisco V., alegó que antes de los hechos consideraba al muchacho como 'un chico maravilloso' y rechazó, apoyándose en los informes médicos, que el agresor padezca algún trastorno psicológico. El novio de la joven, Rosendo M., calificó al agresor como una persona 'maja', al que le unía 'una amistad de toda la vida'.
La acusación particular reclama una condena de 34 años de prisión por los delitos de asesinato en grado de tentativa y de violación y una indemnización de 25 millones de pesetas. El juicio quedó ayer visto para sentencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de mayo de 2001