El tratamiento de la madera con calor (a más de 200 grados centígrados) es una nueva forma de aumentar su duración y resistencia, con métodos limpios y con ahorro de tiempo, han encontrado técnicos finlandeses. Este método, aplicado al pino y a otras maderas comunes, modifica los azúcares de forma que se evita la colonización por hongos y distribuye sustancias protectoras naturales por toda la madera. Se empieza a utilizar como sustituto de las maderas tropicales (por el color que adquiere la madera tratada).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de mayo de 2001