Si tienen un accidente en la capital y avisan a sus familias, están de enhorabuena; se puede decir que 'les ha tocado la primitiva', porque lo habitual es callarse y la familia que se las arregle como pueda. Me explico. La semana pasada, mi yerno tuvo un accidente de coche en la capital sobre las nueve de la noche y, pese a haber sido recogido por el Samur y trasladado al hospital La Paz, y aunque se presentó la Policía Municipal a hacer constancia del atestado, su mujer, mi hija, estuvo toda la noche sin tener noticias de su paradero.
Fue ella misma quien, después de estar tres horas llamando a comisarías, Policía Municipal, Samur y hospitales, le localizó, y eso estando mi yerno perfectamente documentado.
La indignación que nos embarga es que ni policía, ni Samur, ni hospital La Paz tuvieran un minuto para comunicarle a mi hija lo que había sucedido.
Solamente pido que todas estas personas no se encuentren nunca en nuestra situación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de mayo de 2001