Aunque todavía dudan, los dirigentes de Izquierda Unida ya están preparando el terreno para la posibilidad de que, al final, la coalición entre en el Gobierno vasco. Esto es, en un Ejecutivo sólo con los nacionalistas, pese a las promesas en sentido contrario que durante la campaña electoral hicieron todos sus dirigentes, incluido el coordinador general, Gaspar Llamazares. Éste se reunió ayer con el líder de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, y logró, según dijo después, que el secretario general del PSOE comprometiese la 'no beligerancia' de su partido con IU en cuanto a la política vasca.
Llamazares incluso aseguró que la coalición puede contar con la 'comprensión' del PSOE en la negociación con el PNV, que comenzará la próxima semana. Al final será el lunes, y no hoy como estaba previsto, cuando la federación vasca se reúna para elegir a su comisión negociadora de ese posible pacto.
Ya se está preparando, especialmente en la federación vasca pero también en la dirección federal, el ambiente favorable a la entrada de IU en el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe, pese a que ayer Llamazares decía que es 'más probable' que IU se quede fuera por incompatibilidad de programas con el PNV. El argumento para defender la entrada en el Gobierno autónomo es que, aunque IU sigue apostando por un Ejecutivo en el que también esté el PSE, confían en que los socialistas entren dentro de unos meses, por lo que ellos lo harán primero para 'preparar el terreno y construir puentes'. Esta tesis no ha gustado al líder del PCE, Francisco Frutos, que ayer objetó en declaraciones a Servimedia que una decisión tan grave como ésa debería tomarla la dirección federal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de mayo de 2001