Manuel Cárdenas, de 52 años, presunto asesino de Mariana García, su compañera sentimental de 36 años muerta el lunes a puñaladas cerca de Salamanca, cumplió hasta finales de 1992 una condena de once años de cárcel por un delito de parricidio contra la que entonces era su pareja, según confirmaron ayer fuentes policiales que investigan el caso. Cárdenas asestó veinte puñaladas a García delante de la hija de ésta, Mónica González, de 19 años, y las dos hijas de tres y cinco años de la pareja. Mónica González también resultó herida por el agresor al intervenir para intentar defender a su madre.
Los hechos se produjeron durante una discusión, en el interior del vehículo en el que la familia viajaba camino de su domicilio situado en la localidad de Amatos, en las proximidades de Salamanca. Cárdenas se dio a la fuga tras dejar abandonadas en la carretera a las dos heridas y a las dos niñas.
El presidente del Colegio de abogados de Salamanca, Fernando García Delgado, confirmó ayer que Mariana García acudió hace meses al servicio de asistencia jurídica por malos tratos pero semanas después retiró la denuncia contra su compañero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de mayo de 2001