En el artículo publicado el 22 de mayo bajo el título Matas bloquea un proyecto de recuperación del águila imperial, se reproducen ciertas declaraciones mías referentes a dicho proyecto que, aunque fueron efectivamente realizadas, lo fueron dentro de un contexto más amplio, por lo que pudieron inducir a error a la periodista que redactó el citado artículo y, por tanto, requieren una aclaración por mi parte, puesto que no reflejan las excelentes relaciones entre la Fundación para la Gestión y Protección del Medio Ambiente (Fungesma) y el Ministerio de Medio Ambiente en todas las inicativas que Fungesma viene realizando, y desde luego en el proyecto de recuperación del águila imperial ibérica. La realidad es que, tras tres años de esfuerzos económicos y técnicos por parte de Fungesma, no se han obtenido los resultados deseados y no por un problema de autorizaciones, sino por la complejidad del proyecto y sus dificultades intrínsecas, que hace necesario posiblemente la participación no sólo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), sino también del Ministerio de Medio Ambiente, y como corresponda, de las respectivas comunidades autónomas.
Siento haber inducido a error a la periodista que ha escrito el artículo por los malentendidos ocasionados.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de junio de 2001