La niña de 40 días ingresada en el hospital Josep Trueta de Girona hace cinco días murió ayer de madrugada. Las graves lesiones cerebrales que padeció resultaron irreversibles. Ayer mismo los Mossos d'Esquadra interrogaron a sus padres por sospechar que las heridas de la niña fueron causadas por malos tratos. La policía autonómica había recibido el jueves la orden judicial de investigar el origen de las lesiones.
El bebé presentaba diversos impactos en la cabeza y una hemorragia cerebral irreversible. La decisión de investigar el caso ha venido motivada por el diagnóstico de los médicos, que consideran que las graves lesiones del bebé no pueden atribuirse a una caída accidental como afirman sus padres. Hoy se procederá a la autopsia del cadáver del bebé, que aportará nuevos datos a la investigación.
La niña, vecina de Vidreres, fue enviada al hospital desde un centro de asistencia primaria. Los médicos no descartan que las lesiones del bebé se hubieran producido unos días antes de que la niña fuera llevada al centro asistencial. En la revisión médica también se encontraron señales de algunas lesiones anteriores ya casi curadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de junio de 2001