Un año más participo en el concurso de traslados para profesores de enseñanza secundaria y me deniegan una plaza en mi comunidad. Un año más sigo viajando, ya van ocho. Hace tiempo descubrí que el sistema de acceso a la enseñanza procuraba la incorporación a aquellos a los que se reconocía los años de servicio como méritos, y sólo aprobaban oposiciones los beneficiados como interinos. Ahora los interinos pueden volver a beneficiarse de nuevas medidas de gracia, como se desprende de la promesa de Zaplana. Yo mismo fui interino, pero no entiendo que muchos de ellos nunca se hayan desplazado de su casa más de 10 kilómetros y nunca hayan pisado una oposición. Sólo falta que pasen por delante de los que tenemos aprobada una oposición y nos continúen viendo como inmigrantes que ocupan plazas que consideran suyas.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de junio de 2001