El laboratorio de microbiología del hospital Arnau de Vilanova de Valencia , en el que se detectó recientemente una contaminación por hongos no es el único que tiene problemas. El laboratorio del hospital de Orihuela, pese a no estar contaminado, cuenta con condiciones de trabajo que dificultan la labor de los médicos que trabajan en él. Fuentes sanitarias destacan que pese a un a reciente ampliación de 200 camas en el centro, los laboratorios no se han adaptado a las nuevas necesidades ni en instalaciones, ni equipamiento o personal. De esta forma, la carga de trabajo 'es elevadísima, y mucho más durante los meses estivales, cuando no hay sustituciones', como ha denunciado la sección sindical de UGT. Gran parte de los instrumentos son los mismos que se adquirieron para la inauguración del centro, en 1989, pero el problema no se limita a la falta de reposición, sino a la escasez de espacio. Los equipos más recientes son los que ceden los laboratorios privados para determinadas pruebas pero ante la falta de espacio, se apilan unos sobre otros, lo que dificulta las condiciones de trabajo.
Para la diputada socialista María José Mendoza, esta situación está bastante extendida entre los laboratorios de los hospitales públicos de la Comunidad. Mendoza apunta que se desdeña la inversión en parcelas que no son visibles a los pacientes, por lo que surgen problemas como los detectados en los hospitales y se desmotiva a los trabajadores. Esta situación, señala, creará dificultades ante los procesos de acreditación de calidad que próximamente pasarán los centros, ya que no se cumplen los criterios requeridos ni de relación de trabajadores, ni de equipamiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de junio de 2001