El grupo de energía italiano Montedison solicitará este martes a la Comisión Europea que investigue si la compañía estatal Electricité de France (EdF) abusa de su posición en Francia para introducirse en otros países, según informó ayer el Financial Times. Con este paso, Montedison quiere impedir que EdF, que posee el 20% de la italiana, tome el control de la empresa.
EdF también tiene intereses en España. La Comisión ya ha mostrado sus dudas sobre la oferta de la alemana EnBW (donde EdF posee el 34,5%) y Ferroatlántica para controlar el 59,66% de Hidrocantábrico. El Gobierno español vetó en mayo la compra de Cantábrico por EnBW y la portuguesa EDP (posee otro 34%), porque tienen capital público. Esta decisión amenaza con abrir un frente similar al del caso Champalimaud, cuando Lisboa quiso frenar la compra de este grupo por el BSCH y la Comisión lo impidió. El secretario de Estado para Asuntos Europeos, Ramón de Miguel, dijo ayer que los casos luso y español no son comparables, porque el segundo afecta a una empresa con capital público.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de junio de 2001