Los responsables de las finanzas de Izquierda Unida salieron ayer al paso para garantizar que, pese al embargo de varias de sus cuentas al que le ha sometido un juzgado de Madrid, la coalición no corre el peligro de llegar a la quiebra. La grave situación en la que se encuentran las finanzas de IU será analizada hoy por la presidencia. El secretario de organización, Ginés Fernández, explicará a los dirigentes cómo pretende salir del agujero en el que está metida IU desde que, el pasado martes, una juez decidiera embargar algunas de sus cuentas para garantizar el pago de una deuda de 135 millones que tiene con una empresa de publicidad. Fernández se quejó ayer de que 'IU no goza de condonaciones graciables ni de descubiertos permanentes en determinados grupos bancarios que no suscitan la más leve crítica', en referencia al PP y el PSOE, que tienen 'mayores y mejores vinculaciones con el poder económico'. A pesar de ello, IU garantiza que seguirá pagando a sus otros acreedores hasta resolver una deuda total de 1.400 millones de pesetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 4 de junio de 2001