Las estatuas del parque de la Ciutadella de Barcelona tienen estos días un aspecto poco habitual. Cercadas por andamios de hasta 10 metros de altura, las imágenes están siendo restauradas para devolverles su aspecto original. Las cuatro estatuas están situadas en las entradas principales de la Ciutadella. Las del paseo de Pujades representan a la industria y el comercio; a la marina y la agricultura las del paseo de Picasso. Las alegorías fueron esculpidas respectivamente por los hermanos Venancio (1828) y Agapito (1830) Vallmitjana con motivo de la Exposición Universal de 1888.
La restauración consiste en la retirada de los morteros colocados en 1966, que por su dureza no se adherían bien a la roca calcárea de las estatuas, más porosa, por lo que el mortero antiguo, sostenido por unos clavos de hierro que también están siendo extraídos, empezó a desprenderse. En estos momentos, dice la restauradora Maria Josep García, se está fortaleciendo la piedra para colocar los nuevos morteros, ensayados en un laboratorio. Durante este mes comenzarán las reposiciones de volúmenes de las estatuas, que se han reconstruido gracias a moldes y a documentos antiguos, de manera que recuperarán su aspecto original.
El Ayuntamiento, que tiene contratados los trabajos de restauración con la empresa Sapic por ocho millones de pesetas, ha aprovechado también para reparar la fuente Jarrón con niños, esculpida por Josep Reynés en 1882 y situada junto al Museo de Zoología. La figura principal de este conjunto escultórico, considerado uno de los mejores del parque, había perdido un brazo debido a un acto vandálico y ahora ha sido reconstruido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de junio de 2001