El 19 de octubre de 1999 José Francisco Ll. E. quedó con su mujer, Josefa P. S., de 38 años, en la finca en construcción situada en el número 2 de la calle de Pepita Samper de Valencia. El piso situado en la séptima planta del inmueble en el que José Francisco trabajaba como constructor, era el que la esposa del acusado iba a ocupar cuando se resolviera la demanda de separación interpuesta por ella.
La terraza de la séptima planta no tenía barandilla. Fue ahí donde, según varios testigos, la pareja inició una discusión seguida de un forcejeo que provocó la caída de la mujer. Las versiones de los testigos instantes después del suceso sostenían que el ahora imputado la empujó y que ella gritó: '¡Socorro, que em tira!'. Sin embargo, el acusado sostuvo que ella resbaló y lo que gritó fue: '¡Socorro, estira'm!'.
José Francisco Ll. E. fue llevado ante el magistrado y conoció a los miembros del jurado encargado de emitir el veredicto pasadas 14.00. Hasta esa hora el jurado no quedó constituido y durante el proceso se produjeron siete recusaciones de candidatos. Vestido de traje, esposado y con gesto serio pero firme entró en la sala acompañado de agentes de la Policía Nacional cuando el furgón de la Guardia Civil que debía conducirle a prisión -donde ingresó cuando ocurrieron los hechos aunque la defensa ha solicitado la libertad en varias ocasiones con tres pronunciamientos negativos del juez de instrucción y dos de la Audiencia- ya llevaba tiempo esperando el final de la primera sesión de un juicio que se prolongará durante tres semanas y en el que se escucharán más de 60 declaraciones, entre ellas las de al menos ocho testigos presenciales. La defensa de José Francisco Ll. E., ejercida por el letrado Javier Boix, solicita la libre absolución de su cliente por entender que 'no es culpable de nada, no hay ningún delito, fue un accidente'. En cambio, la acusación, en manos del gabinete de abogados que dirige Carlos Verdú, y el ministerio fiscal, solicitan 20 años de cárcel por un delito de asesinato.
La sesión de hoy se iniciará con la lectura de las calificaciones y la petición de nuevas pruebas. Será el prólogo a la declaración del imputado. Entre tanto, queda pendiente de resolución la tutela sobre la hija del matrimonio. Tras la muerte de la mujer, se declaró a la pequeña de 12 años en situación de desamparo. La Generalitat ejerce la tutela y está bajo la custodia de la hermana del supuesto asesino y su esposo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de junio de 2001