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El Barça destroza el muro malagueño

El equipo azulgrana superó la defensa a ultranza del Unicaja y domina la serie por 2-0

El Barça siempre se rehízo y, dando una réplica no menos firme en defensa, demostró muchos más recursos ofensivos que Unicaja. El equipo malagueño, que por momentos parecía cuando menos que podía adquirir confianza en su juego y en sus posibilidades, acabó sucumbiendo en el último cuarto, en el que no pudo frenar el vendaval azulgrana. El Barcelona viajará a Málaga con una renta apreciable, un 2-0, pero además con una sensación de superioridad reforzada.

Unicaja volvió a pagar la inapreciable aportación de su jugador más resolutivo, Mrsic, aunque en esta ocasión ya se contaba con ello de antemano porque el croata arrastra serias molestias en un hombro. A base de una férrea defensa, de una batalla descomunal por plantar cara al conocido potencial físico azulgrana y de un permanente litigio con los árbitros, Unicaja logró que cada ataque del Barça se convirtiera en un laberinto, muchas veces sin salida. Frente a ese panorama, varios pilares básicos del Barcelona quedaron fuera de foco. Fue el caso de Karnisovas, que apenas engatilló como en él es costumbre. Y fue también el caso de Dueñas, que mantuvo una bravísima lucha primero frente a Miller y después, otra vez como en el primer partido, con el francés Weis. Pero Dueñas se desgastó muy pronto. Las faltas fueron una rémora para el gigante azulgrana.

A pesar de sus dificultades para anotar, Unicaja tuvo varias veces contra las cuerdas al Barcelona. Pero siempre encontró el equipo azulgrana alguien que le diera oxígeno. Cuando peor lo pasaba (25-28), cuando todo se le iba fuera desde la línea de 6,25 metros, aparecían Digbeu y Hawkins que, con un par de triples, restablecían las diferencias de entre siete y nueve puntos (42-33). Cuando más cegado quedaba por la defensa de Unicaja, cuando agotaba como si nada los 24 segundos de posesión, apareció un Rentzias certero e implacable en sus lanzamientos a media distancia.

Lo mismo sucedió en la segunda parte, cuando Unicaja volvió a a acercarse (45-40 y 54-52); Gasol, que mayormente se había dedicado ayer a capturar rebotes, anotó dos triples consecutivos, y a renglón seguido un recital ofensivo de Jasikevicius y Digbeu.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de junio de 2001