La reunión de Hengelo (Holanda), la de más nivel disputada ayer, vivió las primeras protestas serias de los atletas ante los ensayos de las nuevas normas que quiere imponer la Federación Internacional (IAAF). Las reglas que más afectaban en las pistas de la ciudad holandesa no eran esta vez la la eliminación a los velocistas en la primera salida nula (contra la que medio centenar de estadounidenses ya han enviado firmas a la IAAF), sino la disminución del número de lanzamientos, cuatro en lugar de seis, y de saltos, dos intentos en lugar de tres. La IAAF quiere aprobarlo para agilizar las reuniones y los atletas han montado en cólera.
Ayer, los pertiguistas empezaron un cuarto de hora más tarde el concurso, que ganó el alemán Danny Ecker, octavo en Sydney 2000 con unos modestos 5,65 metros. El oro olímpico estadounidense Nick Hysong, segundo con la misma altura, se quejó del frío reinante, pero achacó la marca a que con sólo dos intentos no pudo centrarse en cada altura.
La reunión, tradicionalmente enfocada al fondo, tuvo la mejor carrera en los 10.000 metros, con el triunfo al sprint del etíope Assefa Mezgebu, bronce en Sydney, con 27.22.30 minutos, por 27.22.58 del keniano Charles Kamathi y de otro etíope, Girma Tola, 27.22.84. Pero destacó igualmente que el campeón olímpico de 800, el alemán Nils Schumann, no pudo con otra joya africana, Glody Dube, de Botsuana, que le derrotó claramente, 1.44.69 frente a 1.45.28.
En la reunión de Rehlingen (Alemania), el ex plusmarquista y campeón olímpico canadiense Donovan Bailey aún ganó con 10,31s los 100 metros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de junio de 2001