El mercado de valores español tuvo ayer una jornada tranquila en la que sólo se echó en falta una mayor presencia de dinero. Los inversores confían en la paulatina mejoría de la situación, pero no por ello arriesgan su dinero. Esta es una de esas situaciones en las que hasta que no se vean avances nadie va a creer en una recuperación que parece estar en marcha.
Los inversores españoles contaban con un dato muy positivo, como fue el descenso del desempleo en el mes de mayo, pero ni siquiera así se puso el dinero en marcha. Las cotizaciones tuvieron un comportamiento 'más alegre' que en días anteriores, pero hay que atribuirlo al compás de espera abierto por los vendedores, por si acaso se puede hacer a mejor precio en un par de días.
La contratación en el Mercado Continuo fue de 229.171 millones de pesetas, 1.377,34 millones de euros, pero una cuarta parte procedía de operaciones institucionales, en particular de unas cuantas aplicaciones sobre algo más de 13 millones de acciones de Repsol-YPF.
El comportamiento de los mercados estadounidenses fue positivo, en conjunto, pero con los altibajos habituales que, en parte, vienen siendo la causa del exceso de prudencia que se vive en las bolsas.
Las diferentes interpretaciones que suelen acompañar a cada noticia económica que se publica en Estados Unidos provocan esa incertidumbre y las afirmaciones del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, restando importancia a la inflación estadounidense causaron ayer ligeros altibajos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de junio de 2001