Treinta y siete subsaharianos acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta, piden al delegado del Gobierno para la Extranjería, Enrique Fernández-Miranda, que suspenda la política de repatriación, a través de una carta remitida a EL PAÍS. Estos inmigrantes, 26 de ellos de Nigeria y 11 de Sierra Leona, forman parte del contingente de 120 subsaharianos que llegó al CETI el pasado julio tras arribar a las costas de Tarifa.
En su carta aseguran que de esos 120, 'sólo quedan 37', entre ellos '10 mujeres con niños y otras en cinta'. De los que faltan, 36 fueron repatriados el pasado día 15; 24 esperan su deportación inmediata en Murcia y Valencia, y aproximadamente otros 20 decidieron huir a la Península. 'Sólo 60 inmigrantes del CETI han obtenido papeles. Desde octubre nadie sale de Ceuta con documentación. Tenemos miedo, muchos de nosotros estamos enfermos y nerviosos'. Temen la repatriación y las represalias que puedan tomar las autoridades nigerianas.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de junio de 2001