El secretario general de UGT, Cándido Méndez, aseguró ayer que el objetivo que persigue el Gobierno con la reforma de la negociación colectiva es dejar sin convenio al 88% de los trabajadores. De las declaraciones de distintos miembros del Ejecutivo, el líder ugetista deduce que esa reforma pretende dejar los convenios sectoriales reducidos a un contenido mínimo (categorías, régimen disciplinario y condiciones de seguridad), eliminar los ámbitos intermedios y limitar la negociación a los convenios de empresa, que ahora alcanzan a tan sólo un millón de trabajadores (el 11,79%).
Estos últimos pactos tienen una plantilla media de 274,7 trabajadores, y son por tanto de grandes empresas, según los datos facilitados ayer por Méndez y por el secretario de acción sindical de UGT, Antonio Ferrer. Los convenios sectoriales actuales tienen plantillas medias de 7,3 trabajadores, y la central teme que sea ese ámbito de la pequeña y mediana empresa el que reciba el impacto de la reforma, y quede sin protección. Para UGT, el Gobierno pretende dejar a las pymes sin convenio para 'promover las relaciones individuales y llevar los salarios a la baja'.
Méndez y Ferrer, que participaron en una jornada de debate del sindicato sobre el derecho a la negociación colectiva, reclamaron al Gobierno 'que aclare qué pretende reformar', porque ellos presumen que las medidas se dirigen a 'debilitar la negociación colectiva, a suprimir su eficacia general y a dotar de más capacidad al contrato individual frente al colectivo'. A juicio de ambos dirigentes, sería un error que el Ejecutivo trate de imponer una reforma, como ya hizo en marzo con el mercado laboral, y defienden que 'cualquier cambio se base en el consenso'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de junio de 2001