La ministra de Educación, Pilar del Castillo, evitó ayer en el Senado comprometerse a ayudar a la profesora de religión de Almería Resurrección Galera, quien perderá su puesto de trabajo el próximo curso, por decisión del obispado almeriense, al haberse casado por lo civil con un divorciado.
La ministra, que compareció en la Cámara Alta a petición del Grupo Socia1ista, explicó que 'el Gobierno no tiene competencias para fijar criterios de selección' de los profesores de religión. 'Ésa es la situación que hay', precisó la ministra, y recordó a los senadores socialistas que ellos tienen la posibilidad de adoptar iniciativas legislativas 'si desean modificar esta situación'.
Del Castillo señaló que los profesores de religión deberían ser contratados en función de criterios de 'mérito y capacidad'. Sin embargo, y a pesar de que el sueldo de los profesores se paga con dinero público, la decisión de contratarles y renovarles cada año corresponde a los obispos.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de junio de 2001