Después de un tira y afloja de casi diez años negociando una secuela de la exitosa Instinto básico (1992), su protagonista, Sharon Stone, reclama ahora más de 100 millones de dólares (algo menos de 19.000 millones de pesetas) a dos productores, a los que acusa de incumplimiento de un acuerdo verbal. Según la actriz, Andrew Vajna y Mario Kassar se comprometieron en su día a pagarle 14 millones de dólares de anticipo por repetir en su papel de Catherine Tramell, más un 15% de los ingresos brutos de la cinta, calculados en 93,3 millones de dólares, así como otras condiciones de carácter menos prosaico, como la aprobación del guión o el visto bueno a sus compañeros de plano. En la demanda que ha presentado ante un tribunal de Los Ángeles, Stone reclama, asimismo, que se le compense por los ingresos dejados de percibir: 'Renuncié a otras ofertas y memoricé el libreto del filme', asegura, tras confesar que se machacó en el gimnasio para estar a los 43 años a la altura del personaje y su mítico cruce de piernas. Al tiempo, la revista Variety confirmaba que la Metro-Goldwyn-Mayer ha renunciado definitivamente al proyecto de rodar Instinto básico II.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de junio de 2001