El pasado domingo asistí atónito a la demostración de fuerza bruta con la que al parecer nos van a obsequiar cada temporada las Fuerzas Armadas en las playas de Cádiz. Antes, el Día de las FFAA se celebraba mediante desfiles en determinadas zonas y si alguien estaba interesado era muy libre de acudir a contemplarlo. Algo ha cambiado y ahora se nos impone a todos los ciudadanos por igual. ¿Pocos adeptos quizás para que tengan que realizar tales exhibiciones en un lugar tan público como es la playa?
Quiero protestar por este bochornoso y peligroso espectáculo. Y, por favor, al alto mando: ¡Repliéguense en sus cuarteles y disfruten con sus perversiones en casa!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de junio de 2001