El conseller en cap, Artur Mas, aseguró ayer que Miquel Puig, director de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV), cuenta con el apoyo total del Gobierno, ante las reticencia de la oposición, que teme que el Ejecutivo catalán quiera aprovechar la aprobación de la ley de reforma para colocar al frente de la radiotelevisión a alguien más dócil (véase EL PAÍS de ayer). 'Evidentemente tiene nuestra confianza, y la tiene toda; si no, no la tendría y ya no estaría en su cargo', aseguró Mas.
El consejero asistió ayer a la inauguración de la feria de Cambrils (Baix Camp), donde negó que exista cualquier operación para colocar en la dirección de la CCRTV a alguien más afín a la cúpula nacionalista que él encabeza y, asimismo, defendió nuevamente la tarea del nuevo delegado de las tierras del Ebro.
Mas, que inauguró la feria de Cambrils, negó que las prisas de CiU en la reforma de los estatutos de la corporación obedeciesen a un ánimo de cambio en la dirección de ésta. El consejero recordó que el nombramiento del director de la CCRTV lo hace el Gobierno, por lo que no existe ninguna duda sobre su quehacer en la gestión del organismo.
El consejero tampoco dudó en defender al delegado del Gobierno en las tierras del Ebro, Francesc Sancho, tras conocerse que un allegado suyo será llamado a testificar sobre las las pintadas efectuadas contra Sancho y también a favor de él en la población de L'Ampolla, de la que es alcalde. Según Mas, el delegado estará 'muy deseoso' de acudir ante la fiscalía a denunciar 'las múltiples amenazas y anónimos que ha recibido'. Mas entiende que de momento ninguna de las acusaciones obedece a una realidad, por lo que se pronuncia por dejar actuar a la justicia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de junio de 2001