La gendarmería francesa ha descubierto la impresión fraudulenta, y de forma chapucera, de billetes de 1.000 euros -que no está previsto que existan-, cuyos ignorantes fabricantes pretendían timar a personas mayores a comienzos del año próximo cuando la moneda única esté en la calle.
Las autoridades se enteraron, a través de un chivatazo, de que se estaba preparando una estafa con billetes de 1.000 euros, que los potenciales delincuentes pretendían trocar por otros de 500 francos (76,2 euros) acudiendo a los domicilios de personas mayores desvalidas. El coronel Jacques Morel señaló que 'estos billetes chapuceros no son de muy buena calidad y los han debido de realizar con una simple fotocopiadora en color'.
Esos prototipos de billete 'parecen haber sido hechos por varios autores', indicó Morel, que añadió que según sus informaciones habrían sido almacenados en la región de París, aunque 'no sabemos más', por lo que se ha pedido a todos los puestos de gendarmería que estén alerta para detectar cualquier billete sospechoso. Por el momento no se ha abierto ninguna investigación judicial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de junio de 2001