La Guardia Civil interceptó en la madrugada de ayer 83 camiones que llevaban en su interior tres toneladas de pescado y marisco sin ningún tipo de conservación frigorífica y cuyo destino era casas particulares y restaurantes de Murcia, Madrid y Málaga, según informó Televisión Española. El material incautado tiene un precio aproximado de 20 millones de pesetas. El cargamento fue decomisado a 43 kilómetros de la entrada de Madrid, en la carretera de la Coruña. Procedía de Vigo para ser entregado puerta a puerta como marisco fresco.
Los agentes de la Guardia Civil hallaron las tres toneladas de marisco escondidos entre bultos de ropa, sobres y paquetes con etiquetas de una fotocopiadora. También hallaron vacunas, líquido corrosivo y plasma sanguíneo.
La inspectora de transportes de la Comunidad, Teresa González, explicó a TVE que los vehículos que llevan a cabo esta actividad tienen que estar acondicionados y tener una documentación especial que, en este caso, 'ninguno de los coches llevaba'.
Algunos de los alimentos que se encontraron ya despedían un fuerte olor a podrido. Los percebes, por ejemplo, estaban en cajas que supuestamente contenían material fotográfico. 'Llegas al sitio, cargas la mercancía y no sabes lo que hay', dijeron los conductores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de junio de 2001