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Los socialistas denuncian la escasez de los fondos que la Generalitat destina a las ayudas a domicilio

El diputado socialista Antonio Torres tacha de 'escasos' los fondos que la Consejería de Bienestar Social destinó el año pasado a la partida de ayuda a domicilio. La Comunidad se encuentra a la cola de este servicio -destinado a atender a los ancianos en casa en labores de limpieza, higiene o incluso de alimentación- y Torres subraya que el presupuesto gastado el año pasado fue sólo un 1,6% superior al del año 1999.

Si en 2000 se destinaron 940 millones a cubrir la asistencia domiciliaria -por medio de ayudas a ayuntamientos-, en 1999 fueron 925,8. En la provincia de Valencia la ayuda a ayuntamientos pasó de 418,5 a 417,7 millones. Torres recordó que según el Plan Gerontológico, este servicio debería cubrir el 8% de las 639.000 personas mayores de 65 años de la Comunidad, una cifra inferior a la media de la UE, que alcanza el 12% de cobertura. Las cifras españolas son mucho más modestas, ya que la media es del 4%, y aún más valencianas. Sin embargo, en las tres provincias valencianas, sólo hay 4.805 usuarios de este servicio, un 0,78% de la población, según datos del Ministerio de Asuntos Sociales.

Torres lamenta el 'pobre apoyo' a esta medida, ya que, a su juicio, la asistencia domiciliaria podría ser contrapeso a la escasez de plazas residenciales para la tercera edad. Precisamente, en la reciente presentación del concurso convocado por Bienestar Social para construir nuevas residencias privadas, un tercio de cuyas plazas serán de disposición de la consejería, el consejero Rafael Blasco apuntó a la posibilidad de encontrar una fórmula similar a la que permitirá aumentar las plazas residenciales de la tercera edad para solucionar la escasez de atención domiciliaria.

Torres denuncia también la escasez de subvenciones de asistencia social a los ayuntamientos y lamenta que el Consell no opte por un sistema de conciertos plurianuales que asegure a los municipios que recibirán las ayudas año tras año. El diputado señala que las subvenciones se conceden a mitad de año, por lo que los ayuntamientos pierden tiempo. Además, si hasta mitad de año no saben si recibirán la subvención, no desarrollan los programas, o los acaban pagando de su bolsillo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de junio de 2001