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Crónica:Internacional

El Nápoles frena al Roma

El empate del líder deja la resolución del 'calcio' para la última jornada

Fue un partido lacrimógeno. Ante los continuos choques entre las hinchadas, la policía terminó por cubrir de gases irritantes el aire del estadio San Paolo, de Nápoles. El Roma empató, 2-2, y no sabrá hasta la próxima y última jornada si ganará o no la Liga italiana. El Roma se jugaba el que sería su tercer título, tras los obtenidos en 1942 y 1983, pero el Nápoles, que lucha por la permanencia, le frenó en seco. Además, sus perseguidores no le dieron respiro: el Juventus y el Lazio superaron con victoria sus compromisos. El primero goleó al Vicenza (0-3) y el segundo al Fiorentina (3-0) en medio de actos violentos que dieron con cinco de sus hinchas en prisión.

Roma se preparó desde la mañana para celebrar el triunfo de su equipo rojo. Cien mil aficionados se congregaron ante una pantalla gigante, en la plaza de San Giovanni, para ver el partido. Mientras tanto, otros 4.000 cogían la autopista del Sole rumbo al Sur. Allí los esperaban un gran dispositivo de seguridad y varios cientos de hinchas violentos del Nápoles. Hacia el mediodía, dos romanos fueron heridos con navajas en las inmediaciones del estadio. Un total de 40 personas resultaron heridas (ninguna de gravedad) o detenidas durante los incidentes. Al llegar al campo, el autobús del Roma fue apedreado y el rifirrafe se prolongó hasta momentos antes del pitido inicial, cuando las continuas cargas policiales y el lanzamiento de gases lacrimógenos aplacaron la tensión.

'Es una verguenza que a nuestros aficionados los encierren en una red metálica', se quejó el técnico del Roma, Fabio Capello, en referencia al artilugio empleado para contener a los seguidores. Desde el banquillo, el entrenador debió contemplar a sus hinchas atrapados -lanzando bengalas contra la policía desde su jaula- y a sus jugadores no menos libres. El Nápoles se adelantó por medio de Amoruso. Batistuta y Totti remontaron para los romanos y el título habría sido aritméticamente suyo de no haber metido la pierna Pecchia en el minuto 82. El empate del Nápoles dejó al scudetto en el aire. Tras el partido se multiplicaron los incidentes por las calles de Nápoles. Los hinchas prendieron fuego un coche de policía tras haberlo golpeado con barras de hierro. Los tifosi lanzaron después todo tipo de proyectiles, grandes piedras, en dirección a un cordón de carabinieri, que respondieron con el lanzamiento de bombas lacrimógenas.

San Lorenzo, campeón

En Argentina, San Lorenzo se proclamó campeón del torneo clausura, lo que no conseguía desde hace seis años, al derrotar al Unión Santa Fé por 2-1, con lo que suma 47 puntos por 41 del River Plate, que perdió en su casa ante el Lanús.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de junio de 2001