Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
FÚTBOL | 37ª jornada de Liga

Luis Cembranos manda a Segunda al Numancia

El Rayo optó por agarrase a su mejor futbolista y así le fue: de vicio. Olvidó el socorrido ollazo y en cuanto dejó pensar a Luis selló su permanencia.

No fue el peor Numancia que se ha visto, pero le pudo la urgencia y le sobró Cembranos. El descorazonador inicio del Rayo, que tardó en despojarse de los nervios, le dio alas al Numancia, que se vio triangular por primera vez y descubrir que no era aquella una mala idea. Abrió Antía a la banda, centró raso Iñaki y Rosu fusiló. Así de simple. El Numancia se encontró con un gol que prorrogaba su sueño y que metía en un lío monumental al Rayo. Pero se encontró también con un rival que optó por el fútbol para espantar sus fantasmas, en lo que resultó toda una declaración de intenciones.

Cuando todos los ataques del Rayo morían en el aire, Luis decidió tomar medidas. Bajar el balón al suelo, por ejemplo. Lo hizo una vez y el balón rozó el palo. Lo hizo otra y marcó. Una tercera y volvió a marcar. Una cuarta y la pelota se estampó contra el poste. Demasiado para el Numancia. Para sus ganas, su lucha, su intención de sobrevivir ante un rival al que le salvó la calidad. O sea, Luis.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de junio de 2001