Poco fútbol y un buen ramillete de goles el día en que el Espanyol se despedía de su afición. Ni la ausencia de Galca, ni los siete canteranos que alineó Paco Flores, consiguieron desviar la mirada del banquillo canario donde se sentaban los brasileños con pasaporte portugués Álvaro y Baiano. Kresic decidió no alinearlos finalmente tras conocer la suspensión cautelar de su permiso de residencia por presunta falsedad en sus pasaportes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de junio de 2001