La renta por persona ocupada en el sector agrario aumentó el último año una media del 4,9%. Este fuerte crecimiento tras años de caídas, ha sido consecuencia de un incremento de las producciones agrarias y, sobre todo, de un descenso de los ocupados en la actividad agraria.
En la parte negativa, se halla la subida del IPC un 3,4% y en especial, el incremento de los precios de los medios de producción que lo hicieron en una media del 5,8%, donde destacan los aumentos del gasóleo (casi un 50%) y los fertilizantes (11%).
Según los datos provisionales manejados por la Administración, la producción final agraria fue de 4,43 billones de pesetas con un crecimiento del 1,7%. La producción de cereales creció el 46% con una ligera bajada de precios. En los productos ganaderos destacó la subida de los precios de porcino y pollos y la caída del vacuno. En el año 2000 siguió bajando el número de personas ocupadas en el sector agrario, descendiendo las mismas a 890.000 frente a las 926.000 del año 1999 y a las 973.000 de 1998. Sin tener en cuenta la pesca y la silvicultura, el número de ocupados a finales del pasado año en el sector era de solamente 913.000 personas, de las que 334.000 eran asalariados y el resto autónomos o agricultores por cuenta propia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de junio de 2001