Rocío Dúrcal mantiene viva su fidelidad a la música mexicana que tanto éxito le ha dado en los últimos años a este lado y al otro lado del Atlántico. Después de haber cosechado varios discos de oro el año pasado con Caricias, ahora presenta para sus seguidores una aventura nueva bajo el título Entre tangos y mariachi. En este nuevo álbum, producido y dirigido por Bebu Silvetti, la cantante y actriz cumple un viejo deseo de grabar tangos, y lo ha hecho con la peculiaridad de una musicalización mexicana, utilizando guitarras, trompetas y vihuelas, además de una amplia orquesta de cuerdas. Entre los temas seleccionados figuran algunos tan conocidos como A media luz, Madreselva, Sombras... nada más y Caminito.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de junio de 2001