La grabación de un anuncio de televisión en la playa de Levante de Benidorm desató ayer la protesta de centenares de bañistas, la mayoría de ellos jubilados, que no pudieron usar su habitual espacio playero. Cien metros de arena fueron acotados por la Policía Local para evitar que los usuarios de la playa entorpecieran la labor del equipo de realización.
Desde primeras horas de la mañana, el servicio de guardaplayas y Policía Local advirtieron a los usuarios de que el espacio acotado no podía utilizarse. Muchos de ellos no pusieron reparos, pero otros no estaban dispuestos a permitir que su trocito de playa les fuera usurpado por 'por las buenas'. No hubo incidentes de consideración, pero sí protestas airadas del tipo: 'A la cárcel, a la cárcel con los del anuncio y con los del Ayuntamiento' o 'Ésta es mi playa y de aquí no me muevo'. 'No pasa nada por caminar un poco más para encontrar otro sitio', explicó la concejal de playas, Josefa María Pérez. La situación seguirá igual hoy y mañana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de junio de 2001