El Tau no despejó la gran incógnita hasta ayer a las cuatro y media de la tarde. A esa hora, Victor Alexander telefoneó a un empleado del club vitoriano para confirmar que se encuentra en Detroit y que no le esperara nadie para el partido de desempate con el Real Madrid en el pabellón Raimundo Saporta.
El pívot americano dio ayer por primera vez señales de vida tras su espantada en la madrugada del sábado al domingo. Hasta ayer, sólo el agente del jugador pudo hablar con él en una ocasión, aunque el caso se rodeó de varias incógnitas.
Alexander por fin confirmó la razón de su marcha. Según explicó, él se sentía obligado a viajar a Estados Unidos para estar al lado de su padre, que sufrió el sábado un ataque al corazón. Al enterarse de la noticia, en la noche del sábado, decidió salir de Vitoria precipitadamente, sin avisar a ningún miembro del equipo o del club. Por tanto, viajó sin permiso.
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Alexander lamentó ayer los problemas que ha ocasionado al Tau, pero en la conversación telefónica no se habló sobre el futuro inmediato. El jugador no aclaró cuándo regresará a Vitoria, ni si depende de la evolución de su padre. De momento, tampoco han hablado ambas partes de posibles expedientes o sanciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de junio de 2001