La presión fiscal que soportan los ciudadanos de Málaga ha aumentado un 40,8% desde 1996, primer ejercicio presupuestario del gobierno municipal del PP. Aquel año cada malagueño contribuyó a las arcas municipales con 51.906 pesetas, cuando en el presente ejercicio pagará 73.101 pesetas. Para el portavoz del PSOE, Francisco Oliva, ilustró estos datos ilustran los 'graves incumplimientos' del PP, que en las campañas 1995 y 1999 prometió bajar los impuestos.
El PSOE ha hecho un minucioso estudio sobre la política presupuestaria de los gobiernos municipales del PP en Málaga en el que se pone de manifiesto que pese al aumento de los ingresos tributarios, a la refinanciación de la deuda municipal y a la reducción de las cargas financieras, la deuda municipal ha engordado en más de 5.000 millones de pesetas, debido al fuerte incremento de los gastos corrientes. Oliva recordó que la reducción de éstos fue otro de los pilares de las campañas electorales del PP en 1995 y 1999 y, por consiguiente, 'otro de sus grandes fracasos, porque ha crecido escandalosamente'. Este capítulo ha pasado de 13.979 millones en 1996 a 22. 421 en el actual, con un incremento del 60%, en tanto que el gasto en personal ha crecido un 46%.
Oliva criticó que la situación de bonanza económica no se haya aprovechado para ahorrar y sanear la hacienda municipal, y que el aumento del gasto no se haya traducido en inversiones, sino en 'despilfarro'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de junio de 2001