La cara de Terry Riley (California, 1935) recuerda a la de un viejo rockero, aunque nada más lejos de la realidad. Riley, que lleva 40 años componiendo música experimental, se considera un hombre 'que ha llegado a tener cierta importancia para los que escriben enciclopedias'. El estadounidense aparece en los diccionarios de música como uno de los precursores del minimalismo, de la música repetitiva y de la experimentación electrónica.
El compositor actúa hoy por primera vez en Barcelona dentro de Sónar. El concierto será una retrospectiva de su obra de las dos últimas décadas. Riley es un hombre al que le gusta experimentar. Durante su época universitaria se interesó por la vanguardia, la electrónica y también por las drogas. 'El LSD ayudó a que mi música fuera más profunda, pero es una experiencia que no voy a recomendar', afirma.
Las facilidades que ofrece ahora la tecnología llevaron a Riley a volver a la acústica, con un interés personal por los sonidos clásicos de India. Siguiendo este camino, ha conseguido que su obra se cargue de etiquetas, de las que él hace caso omiso. Riley ha encontrado ahora un nuevo proyecto con el que volver a la electroacústica. Se trata de trasladar a una partitura las ondas que emiten los planetas. El trabajo, que cuenta con el apoyo de la NASA, lo estrenará en septiembre de 2002 el Kronos Quartet.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de junio de 2001