El Museo Guggenheim de Bilbao ha comenzado a limpiar sus casi 43.000 planchas de titanio por primera vez desde su inauguración en octubre de 1997. Ayer se presentó el producto que se utilizará para ello, una innovadora espuma que se aspira cuando está seca, cuyo componente principal no ha sido desvelado y que ha creado el centro tecnológico guipuzcoano Inasmet, especializado en tratar metales. El director del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, aseguró que para el otoño se habrá limpiado lo más deteriorado, un tercio de la superficie total. La limpieza completa durará unos dos años y el producto consumido le costará al museo unas 500.000 pesetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de junio de 2001