El portavoz de la ejecutiva del PNV fue tajante: no habrá un proyecto político reflejado en una coalición o pacto con el partido socialista si no existe un acuerdo 'de fondo', al que los nacionalistas ponen como requisito imprescindible la coincidencia en 'un diagnóstico y un tratamiento compartido en pacificación y normalización'.
Egibar salió así al paso de cualquier tentación de interpretar en clave de avanzadilla de una nueva política de alianzas de su partido los acuerdos 'puntuales', que permitirán un respiro a Román Sudupe y algunas realizaciones a ayuntamientos socialistas del territorio. Con sus palabras, el portavoz del PNV, no hacía, por otra parte, otra cosa que aplicar la doctrina Ibarretxe en la materia. El lehendakari en funciones usó prácticamente los mismos términos en su balance de la primera ronda de contactos con los líderes políticos tras las elecciones. De hecho, su principal mensaje y advertencia al PSE-EE, tanto en público como en su entrevista en privado con Nicolás Redondo, ha sido el mismo que ayer reiteró Egibar durante una entrevista en ETB. Ibarretxe precisó incluso que los acuerdos no cabían ni en el Gobierno, ni en las diputaciones, ni en un solo ayuntamiento.
Otra cosa son las 'necesidades puntuales', dijo ayer Egibar. Se refería con ese término a las dificultades que afrontan los nacionalistas por su situación de minoría tanto en la diputación de Guipúzcoa como en la de Vizcaya. Pero la posición del portavoz del EBB parece indicar que los dos diputados generales tendrán que salvar como puedan la mitad de legislatura que les queda. Ellas serán 'la prueba de fuego' sobre la 'maduración' y el alcance de los'guiños' socialistas, en palabras de Egibar.
La ejecutiva del PSE-EE aprobará hoy un documento que redefine su política institucional. Éste estará abierto a las 'matizaciones y alternativas de otros partidos', según afirmó la secretaria de Acción Institucional, Gema Zabaleta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de junio de 2001