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El Gobierno navarro desiste de construir en Valdizarbe la cárcel por la oposición vecinal

Sanz dice que 'de momento' no hay otra opción

El Gobierno de Navarra confirmó ayer que ha renunciado a construir en el valle de Valdizarbe, a dieciséis kilómetros al sur de Pamplona, la nueva cárcel regional que proyectaban el Ministerio de Justicia y el Ejecutivo de UPN. 'No se hará un centro penitenciario contra la voluntad de los vecinos afectados', anunció el presidente navarro. Un convenio firmado en abril de 2000 por Navarra con el Gobierno central preveía la construcción de una cárcel con un presupuesto de 5.000 millones de pesetas y capacidad para 400 reclusos.

Los once ayuntamientos de Valdizarbe constituyeron recientemente una coordinadora contra el proyecto penitenciario denunciando el 'gigantesco' impacto que la obra tendría en una zona natural poco poblada y de gran valor ecológico. Miles de personas han secundado las primeras movilizaciones realizadas.

Tras varios años de búsqueda de un emplazamiento adecuado, y tras desechar anteriores opciones, Sanz se ha mostrado muy pesimista sobre la posibilidad de encontrar una ubicación que no genere protestas vecinales, pero se ha comprometido a no construir una nueva cárcel si suscita el rechazo de la población. 'No se está buscando nada porque se ha buscado todo y los informes técnicos, que son los que mandan, decían que Muruzábal era el único lugar que cumplía las condiciones exigibles. Así que, de momento, no hay otra opción', concluyó Sanz. Los informes técnicos del Gobierno foral y el Ministerio de Justicia habían seleccionado el paraje rural de Auritz, en Muruzábal, como punto idóneo.

Mientras Alfredo Chourraut, portavoz de la Plataforma de Valdizarbe, calificaba de 'fundamental' la unidad de los once ayuntamientos contra la cárcel, Sanz señalaba que si el proyecto de nueva cárcel fuese una infraestructura 'ampliamente demandada y respondiese al interés general', la oposición vecinal no hubiese pesado tanto en la decisión gubernamental, que ha dado el debate por cerrado. Sanz ha añadido que 'no hay un interés general de la ciudadanía navarra que nos demande con urgencia un nuevo centro penitenciario'.

La cárcel de Pamplona, la único existente en Navarra, se construyó en 1901. Alberga a doscientos reclusos, de los que 57 acuden sólo a pernoctar. El edificio está enclavado en el barrio de San Juan, en pleno centro de la capital y, pese a sus mejoras, plantea serias deficiencias.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de junio de 2001