El lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, irá mañana a la fiesta de las ikastolas alavesas en La Puebla de Arganzón, uno de los dos municipios del Condado de Treviño, el enclave burgalés en Álava, pese a las quejas -ayer reiteradas- del presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (PP).
El lehendakari tomó su decisión tras conocer el jueves las protestas de Herrera y recibir ayer a los organizadores del Araba Euskaraz (que se celebra por vez primera en Treviño) y al alcalde de la localidad, que le transmitieron su invitación. El primer edil, el independiente Alfredo Orá, aseguró que las autoridades burgalesas y castellanas están igualmente invitadas a la fiesta de los centros de enseñanza en euskera.
Ibarretxe comunicó ayer mismo a Herrera, a través de su secretaría, su intención de asistir. 'El lehendakari no desea que esta decisión genere crispación política alguna', afirmó en una nota la Presidencia del Gobierno vasco, que instó a que la presencia de los miles de personas que acostumbran a sumarse a la fiesta cada año se tome 'con absoluta normalidad'.
Fuentes de Ajuria Enea aseguraron no haber recibido la carta de queja que Herrera dijo el jueves haber enviado a Ibarretxe. Tampoco la Diputación de Álava, en manos del PP y que participa en la subvención de la fiesta, a la que acudirá uno de sus miembros, la había recibido ayer por la mañana. Las mismas fuentes de Lehendakaritza mostraron su disgusto por una protesta que se adelantó incluso a la propia decisión de Ibarretxe, que, según aseguraron, no estaba tomada hasta ayer mismo.
El presidente castellanoleonés insistió ayer en Ávila en que la presencia de Ibarretxe en Treviño 'no contribuye a que las relaciones entre ambos Gobiernos sean buenas'. El portavoz del Ejecutivo central, Pío Cabanillas, encontró razonables las quejas de Herrera, y dijo que Ibarretxe debería ser 'sensible' a las mismas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de junio de 2001