Kenneth Clarke, el más europeísta de los líderes conservadores británicos, también está dispuesto a competir por la dirección del partido, inmerso en una grave crisis tras la derrota en las elecciones del 7 de junio. Aunque opacado por el fulgurante anuncio realizado esta semana por Michael Portillo sobre su candidatura, el ex ministro conservador Clarke rompió su silencio el miércoles para declarar: 'Me gustaría ser líder del Partido Conservador, y no he renunciado a mi ambición de convertirme un día en primer ministro', declaró a ITN.
Aunque en un primer momento, tras la dimisión de William Hague, algunos medios hablaron de una alianza entre Portillo y Clarke, esto quedó desmentido días después. Clarke, que cuenta con menos apoyos que Portillo, en parte debido a su apuesta abierta a favor del euro, hará su anuncio oficial dentro de ocho días. La tercera en disputa, Anne Widdecombe, adelantó ayer que el lunes se pronunciará sobre su posible candidatura. Widdecombe, querida por algunos sectores en las bases del partido, no tiene apoyos en la dirección. Frente a Portillo y Clarke, que representan una tendencia más centrista, Widdecombe es partidaria de la línea derechista con la que Hague y su partido sufrieron un descalabro electoral el 7 de junio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de junio de 2001