Una de las cosas que más preocupan a Jordi Portabella (ERC), tercer teniente de alcalde, es que el aeropuerto de Barcelona no está a la altura de las necesidades de la ciudad. Una ciudad cuyo turismo no deja de crecer, medalla que se coloca, en parte, a sí mismo puesto que está al frente de la regiduría de Turismo del Ayuntamiento. Está cómodo gobernando con los socialistas, aunque de éstos critica una tendencia 'marcada' a aliarse con la iniciativa privada. Por ejemplo, teme que la necesidad de obtener fondos para construir las infraestructuras del Fòrum 2004 acabe convirtiendo este objetivo en el primero. El tercer teniente de alcalde cree que ahora la ciudad tiene que afrontar un nuevo reto: la inmigración, y por eso plantea la necesidad de impulsar un plan estratégico. En opinión de Portabella, hay otra asignatura que la ciudad debe mejorar: el transporte público.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de junio de 2001