Otra vez una minoría muy minoritaria y muy privilegiada, como son los pilotos de Iberia, vuelven a chantajear a todo un país amenazando con colapsar los transportes aéreos durante todo el verano. Estos profesionales, que ganan unos sueldos disparatados en función, no de una altísima capacidad profesional, sino de unos privilegios históricos difícilmente justificables hoy en día, siguen empeñados en utilizar de rehenes a toda la sociedad para conseguir sus disparatadas pretensiones económicas. Quizás la culpa no es de ellos, sino de los políticos que lo consienten y de la sociedad que no se rebela contra este disparate. Francamente, no considero sensato que en una sociedad moderna los médicos de la Seguridad Social ganen menos de la quinta parte que un piloto de Iberia.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de junio de 2001