Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Vallejo cree que "'los 'tipos duros' no son tan duros"

Francisco Vallejo sube peldaños en el escalafón internacional con asombrosa facilidad. Quizá por eso resta importancia a su gran actuación en el Europeo de Ohrid (Macedonia), donde terminó el 13º sobre 203 participantes y se clasificó para el Mundial con 18 años, a pesar de que era el 79º en la lista inicial. De vuelta en Barcelona, donde estudia Educación Física, el campeón del mundo sub 18 sentencia: "En realidad, los tipos duros no son tan duros".

El menorquín justifica esa significativa opinión con un razonamiento lógico: "A pesar de que sólo podía preparar las partidas durante media hora, sólo he perdido una. O sea, que no pueden ser tan duros". ¿Y por qué no preparaba mejor las partidas? "Porque, con las prisas para llegar al aeropuerto, me dejé el cable del ordenador portátil en Barcelona. Javier Moreno [otro de los españoles participantes] me dejaba el suyo durante un rato y así podía buscar partidas de mis rivales y estudiar un poco su estilo".

Vallejo, quien voló sin problemas desde Skopje (la capital de Macedonia) a pesar de la cercanía de la guerrilla albanesa, debe tomar dos decisiones importantes en las próximas semanas: jugar o no el Mundial juvenil, en agosto, y contratar un entrenador que sustituya a Jordi Magem, con quien trabajó durante cuatro meses antes de conseguir el cuarto puesto en Dos Hermanas, el primero en La Habana y el éxito en Ohrid. No tiene ideas claras sobre la segunda, pero la primera está casi tomada: "Creo que no voy a jugar el Mundial juvenil porque es un torneo en el que sólo me compensa el primer puesto. Prefiero prepararme bien para el Europeo por naciones (5 al 15 de noviembre en León) y el Mundial absoluto (desde el 25 de noviembre, en una sede aún no designada) durante todo el verano".

La gran esperanza del ajedrez español se encontrará en el Mundial absoluto con otros tres juveniles ilustres: el ruso Alexánder Grischuk, semifinalista de la edición anterior, y los ucranios Ruslan Ponomáriov (subcampeón de Europa en Ohrid) y Andréi Volokitin, de 15 años, la gran revelación del torneo. "Volokitin parece tan bueno como Teimur Radyábov", comentó Vallejo, en referencia al azerí de 14 años que asombra en casi todas sus actuaciones, pero ausente en Ohrid. Tampoco estuvo el francés Etienne Bacrot, quien canceló el viaje a última hora ante la escalada de violencia entre el ejército macedonio y la guerrilla albanesa. De todos ellos, sólo Ponomáriov y Grischuk estarán todavía más arriba que Vallejo en la lista internacional de julio si los cálculos del español son correctos.

Vallejo confirmó un incidente protagonizado por Ponomáriov y revelado por el periodista australiano Ian Rogers en el diario Camberra Times: tras acordar tablas antes de la partida con el ruso Konstantin Aseev, el ucranio (de 17 años) fue presionado por su patrocinador para que revocase ese acuerdo y jugase la partida con el objetivo de ganarla. Ponomáriov cedió y avisó del cambio a Aséiev una hora antes del comienzo. Sin embargo, su conducta fue censurada por varios grandes maestros, para quienes los amaños de partidas no parecen ser ilegítimos, pero sí la ruptura de la palabra dada. Según Vallejo, "se oyeron varios abucheos cuando Ponomáriov recibió el segundo premio".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de junio de 2001