Escribo, en primer lugar, para agradecer la información en su periódico sobre el tema de la inmigración, concretamente, del último proceso de regularización extraordinaria. Desgraciadamente, los únicos que parecen disponer de dicha información son los medios de comunicación, y esto, para un inmigrante en situación irregular, que espera mañana tras mañana en un esfuerzo inútil para informarse sobre asuntos que afectan directamente a su presente y futuro, es una fuente inagotable de frustración y ansiedad.
Esencialmente, el problema se halla en la vasta distancia entre el nivel de información disponible en los periódicos y el nivel de la misma en las delegaciones del Gobierno, o al menos así parece aquí en Barcelona, donde las personas que asisten al público pocas veces pueden responder a las preguntas que tienen los interesados. Y no parece ser por malas intenciones; al contrario, según ellos mismos, es que no tienen la información adecuada para poder iniciar el proceso.
Como consecuencia, miles de personas en situación irregular no pueden más que mirar mientras pasan los días limitados sin poder hacer nada para cambiar sus circunstancias.
Dado el límite de tiempo implícito en esta situación y el sufrimiento psicológico que causa, y como inmigrante que ha pasado por esta situación en el pasado, agradecería si pudieran utilizar su publicación para llevarlo a la atención del público y, de este modo, presionar al Gobierno para que envíe la información necesaria a sus delegaciones y así ponga fin al día a día insostenible que viven tantas personas.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de junio de 2001