La primera jornada de huelga convocada por el SEPLA discurrió sin ningún incidente reseñable, a excepción de las protestas de algunos pasajeros por pérdidas de enlaces. Los pilotos cumplieron estrictamente los servicios mínimos impuestos por el Ministerio de Fomento, el 72% de los vuelos. Se produjeron 284 cancelaciones y se mantuvieron 723. La puntualidad, que a primeras horas de la mañana superó el 90%, fue cediendo a lo largo del día hasta acabar rondando el 80% en Barajas, la cota habitual en los últimos meses. El número de pasajeros afectados por las cancelaciones de vuelos rondó los 28.000, de los que muchos pudieron encontrar acomodo en otras compañías. Aunque el mayor número de vuelos cancelados se dio en la red nacional, donde hay más, en porcentaje, los más afectados fueron los de medio radio, es decir los que van a Europa, con un 37%, seguidos de los nacionales, el 25%, y de los de largo radio, un 17%.
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Además de una menor afluencia de pasajeros en los mostradores de Iberia y de las cancelaciones, la huelga tuvo ayer dos efectos inmediatos: unas pérdidas de 1.400 millones de pesetas, según cifras ofrecidas por el consejero-delegado de la compañía, Ángel Mullor; y una depreciación de la acción en Bolsa.
Por segundo día consecutivo la acción de Iberia alcanzó su mínimo desde el 3 de abril, cuando se estrenó en bolsa. Ayer perdió un 0,9% y cerró a 1,10 euros. La compañía movió títulos por valor de 314 millones de pesetas (1,89 millones de euros), con unos precios que oscilaron entre 1,2 y 1,10 euros. Los inversores que acudieron en abril a la oferta pública de venta (OPV) de acciones han perdido en dos meses un 7,5% de su inversión.
La huelga, que está también convocada para los días 3, 10, 17 y 24 de julio y 6, 13, 20, 27 y 31 de agosto, es por motivos estrictamente salariales relacionados, fundamentalmente, con la recuperación de la clave 104, el descuento salarial que se aplicó toda la compañía desde 1995 para salvar la quiebra. En el caso de los pilotos supone, aproximadamente, un 12%, que según Iberia, se ha recuperado con creces, aunque para ello los pilotos hayan aumentado su productividad.
Productividad
La compañía afirmó ayer que, en cualquier caso, está dispuesta a pagar esa recuperación pero ligándola a medidas de productividad, mejora de resultados y obtención de beneficios. El problema, según la compañía, es que los pilotos no ligan el aumento de productividad a la recuperación de la clave 104 y pretenden que la empresa garantice ya que se mejorarán los resultados y se obtendrán beneficios. El SEPLA da cuatro años para la recuperación e Iberia retrasa el pago de una parte al 2003. Por lo demás, tienen para todos los años en que finalmente se pacte el convenio el IPC real garantizado y una paga de 1.000 millones de pesetas a repartir entre los 1.850 pilotos, no consolidable en tablas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de junio de 2001