Al hilo del artículo publicado por el profesor Barberà el pasado 16 de junio creo que no está mal poner algún ejemplo de lo descaradamente endogámica que es la Universidad.
En la Universidad de Burgos, donde actualmente presto mis servicios (yo hice el doctorado en otra), la normativa interna para creación de plazas de profesores funcionarios manifiesta literalmente que 'la previsible modificación del marco jurídico de las universidades hace necesario establecer los cauces para la funcionarización y promoción del personal docente de la Universidad de Burgos, sin renunciar al objetivo de elaborar un modelo de plantilla teórica, debiendo en todo caso realizarse un importante esfuerzo presupuestario'.
Es decir, todos seremos funcionarios a expensas del erario público e independientemente de cualquier proceso competitivo o de evaluación de la actividad docente e investigadora. También se podría expresar una forma más chusca: tonto el último, que nos van a meter en cintura. Por si hay alguna duda, en esta normativa también se pondera positivamente la 'trayectoria universitaria especialmente vinculada a la UBU' para contratar a profesores.
Lo cual me lleva a otra reflexión: hagan la reforma, pero, por favor, háganla pronto, porque las expectativas de endurecimiento de la carrera universitaria hace que los rectores de todas las universidades estén haciendo funcionarios a toda prisa a sus clientes, que son sus votantes, naturalmente.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de junio de 2001