El expediente disciplinario abierto por el Consejo de la Mujer a una de sus tres empleadas, una técnica de UGT, por un presunto incumplimiento de su horario y funciones, ha derivado en un grave enfrentamiento en este organismo y culminado en una denuncia judicial contra el sindicato. El pasado martes, medio centenar de delegados de UGT irrumpieron en la sede del Consejo, en Villaamil, 12 (Tetuán), para protestar contra la sanción a la empleada, decidida por siete de los 11 miembros de la comisión permanente de esta entidad.
La presidenta del Consejo (que agrupa a 80 asociaciones de mujeres), Begoña San José, ha denunciado ante el juez que algunos sindicalistas insultaron a las reunidas llamándolas 'furcias', 'putas' y 'fascistas' y diciéndoles 'iros a fregar'. 'De los insultos pasaron a la agresión en la persona de Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Asociación de Mujeres Separadas, (...) tirándola contra la pared, y de Florentina Alarcón, presidenta de la asociación de asistencia a violadas, a la que intentaron impedir la entrada colocándole los codos delante del pecho', dice la denuncia. Según Paloma Fernández, miembro del Consejo por UGT, 'hubo empujones, porque éramos muchos en poco espacio, pero no agresiones ni insultos'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de junio de 2001