Más de 300 huérfanos rusos llegaron ayer a Sondika para ser acogidos durante el verano (hasta el 29 de agosto) por familias de Vizcaya, Navarra, Cantabria y Asturias, en una iniciativa de varias asociaciones. Proceden de la Federación Rusa y tienen entre 6 y 16 años. La llegada fue muy emotiva pues algunos niños repiten estas deseadas vacaciones desde hace años. El próximo sábado, llegarán otros 158 menores, éstos de la zona de Chernobil y con familia propia, que vivirán dos meses con familias de las tres provincias vascas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de junio de 2001