Es difícil calcular la cifra con exactitud, pero se estima que actualmente viven en la comunidad autónoma unos 700 refugiados políticos. En toda España, la cifra ascendía a 7.500 en 1999, frente a los 95.000 de Alemania, que acoge al mayor contingente de Europa. Si se cumplen los planes de los gobiernos europeos de unificar criterios para que en 2004 la redistribución sea proporcionada a la población y al PIB, la cifra alcanzará los 30.000 en España en dos años. Éste es el panorama que dibujó Javier Galparsoro, presidente de la ong CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) en el País Vasco, al conmemorarse ayer por vez primera el Día Mundial del Refugiado.
Los datos más recientes de que dispone CEAR corresponden a 1999 y señalan que ese año se registraron 118 solicitudes de asilo político en Euskadi. De ellas, 74 se presentaron en Vizcaya, 33 en Guipúzcoa y las 11 restantes en Álava. Un 53% de las demandas fue presentado por nacionales de cuatro países: Colombia, Angola, Argelia y Armenia.El año pasado, aunque sin concretar las cifras, las peticiones fueron similares, según señaló Galparsoro.
El responsable de CEAR en Euskadi llamó la atención sobre las dificultades que pone la Administración a quien busca la carta de refugiado. 'La mayoría de las veces es imposible acreditar los motivos. Cuando uno escapa sólo puede llevar consigo las penas del alma. Huir del propio país es un tremendo salto al vacío', corroboró Rigoberto Jara, refugiado chileno. Galparsoro destacó que el 75% de los refugiados son mujeres y niños.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de junio de 2001